La fibra que aplican en sus tejidos proviene de las ramas secas de la planta. La preparación del hilo es un proceso largo y laborioso: se extrae (escabece) la fibra manualmente de la hoja, se lava con jabón para limpiarla y se deja secar al sol. Luego las fibras de unos 100mm se enrollan con la mano y la pierna  (el hilado) para convertirlas en un hilo largo.

Finalmente se retuercen en hilo en diferentes grosores, un hilo fino para el cuerpo y los flecos y un hilo más grueso para la cabuyera, las cuerdas de los extremos. El proceso de la preparación del hilo puede llevar hasta semanas para una sola hamaca.

Una vez acabado el hilado se monta la urdimbre en un telar vertical, un simple cuadro de madera o metálico.  La trama la amarran con un hilo de algodón (hilo pálido). El algodón da un tacto más suave a la hamaca.

Las artesanas aplican una infinidad de dibujos o cuadros como la araña, media naranja, calao, cuadro de flores, etc. Según el tamaño y la complejidad del dibujo que apliquen, tejer un chinchorro puede durar hasta siete meses. Un trabajo especializado que requiere paciencia, dedicación y mucho arte.  

El resultado es una hamaca hermosa, auténtica y exclusiva, resistente y cómoda, 100% artesanal y única en el mundo.

Estas hamacas son una buena inversión en todos los sentidos. Es una conexión de la ancestral historia del tejido con materiales naturales con el bienestar y el relax que buscamos todos. Contribuimos  a la economía familiar de estas increíbles artesanas y ayudamos a mantener vivo el lindo arte del tejido con fibras naturales. Además enriquecemos nuestras propias vidas que proporcionan estas excepcionales hamacas y chinchorros.